Avecindar , dícese de quien se establece en algún pueblo en calidad de vecino. New York, London, antes Babilonia, Estambul o Roma … ahora la historia se repite en cada una de las ciudades de Europa, también en Iruña y en otros pueblos y ciudades de nuestra tierra. Hoy ellos, ayer nosotros, mañana…. todos y todas extranjeros en tierra ajena, en pueblo ajeno, en casa ajena. Seres humanos explotados y excluidos por aquellos acumuladores de poder y de capital, diferentes en cada época de la humanidad. La inmigración plantea uno de los desafíos más importantes del siglo XXI.
El viento viene, el viento se va, por la frontera. La realidad multicultural y multicolor llega a nuestras calles en mayor medida que en otras fases de nuestra historia. Mirando de frente y conviviendo podremos superar el miedo a lo desconocido, a lo diferente. Etorkizuna, el futuro, el futuro multirracial al que nos dirigimos nos espera, lejos de rígidas fronteras y temerosos defensores de los intereses de unos pocos.
Europa, necesitando de la inmigración, comercializa con ella, convierte a los inmigrantes en mercancía.
Por la carretera. No hay alambrada suficiente para detener el efecto llamada de la imagen que las televisiones transmiten en estos pueblos de una sociedad occidental rica, opulenta y consumista. Sin ser conscientes que nuestra riqueza está basada en la explotación de los recursos de los países menos desarrollados. Siempre viéndoles y haciéndoles responsables de su propia desgracia.
Etorkin, inmigrante, el que viene, unos de paso… otros echando raíces, pero siempre generando recursos para sacar adelante a la familia que quedó allá. Movimientos que ayudan a equilibrar las diferencias en este mundo globalizado. Quien es feliz en su tierra no la abandona dejando lazos sociales y familiares para empezar en el último escalón de una nueva sociedad con valores y costumbres distintos a los suyos.
El hambre viene, el hombre se va, sin más razón. Es el hambre y la lucha por la vida la base de estos movimientos migratorios, por eso existen las pateras y cayucos, por eso siguen arriesgando su vida en ejes de camiones o asaltando alambradas, porque para ellos Europa es esperanza, es ilusión y es vida.
La defensa de los derechos de las personas, de todas las personas con independencia de su condición o capacidad llama a nuestras puertas, está aquí, entre nosotros. Ese mundo mejor lo haremos aquí o no lo haremos, ahora, hoy, mañana, entre todas, entre todos. Las situaciones de crisis económica siempre han agudizado las dificultades de convivencia entre diferentes. Esta situación siempre es aprovechada por los intolerantes y por los explotadores de personas para crear tensión en la sociedad y estigmatizar al desconocido.
Clandestino… ilegal. La defensa y la promoción de la identidad, de la integridad y de la dignidad de la población de origen emigrante deben ser materia de una política pública que trascienda las fronteras. Los ciudadanos y ciudadanas inmigrantes residentes en nuestra tierra o allá donde se encuentren tienen derecho a participar en los asuntos públicos de las ciudades y pueblos donde residan en condiciones de igualdad con las demás ciudadanas y ciudadanos.
Le llaman el desaparecido… cuando llega ya se ha ido, volando viene… volando va. Hacer visibles las múltiples bondades, los beneficios económicos y sociales de la inmigración es la mejor manera de contrarrestar la xenofobia y decirle al mundo que los inmigrantes son personas con sueños e ilusiones. Que son padres, madres, niñas y niños, familias, que muchas veces tienen que separarse porque tienen la percepción de que la emigración les puede ofrecer un futuro mejor.
Los ciudadanos y ciudadanas inmigrantes residentes en la Comunidad Foral de Navarra tienen derecho a ser atendidos y orientados por personas con conocimientos específicos en el ámbito de la inmigración. Se promoverán la asistencia social y médica, así como orientación jurídica adecuada a las personas solicitantes de asilo.
Es momento de articular en origen y destino la migración desde la defensa de los derechos humanos. Esta exigencia no se puede atenuar en pro de la economía o la soberanía nacional. Hoy llueve, graniza, nos gustaría ver el arco iris, el arco iris multicolor, amarillo, azul, rojo, verde… morado, masustak bezalaxe .
Masusta Taldea